Todo un titán en nariz, con una gran paleta de aromas frutales, de fruta fresca y sensaciones amables y dulces. En este derroche aromático es fácil distinguir un centro de fruta de hueso entorno al cual se han colado notas de pera, maracuyá, cereza e incluso melón cantalupo,... todo un jugo multifrutas que deja de telón de fondo notas de piel de mandarina y un tímido punto floral.
Todas las expectativas creadas en la fase anterior se reafirman una a una y así, tras un paso vivo y muy expresivo, la fruta se deshace literalmente en tu boca apoyándose por una acidez perfectamente colocada que prolonga todas sus bondades lo justo para impactarte y que te quedes con su cara. De su paso retornan tonos de fresa ácida y un tímido punto floral, lejos de empalagarte ni saturarte.
Realmente rico, posiblemente uno de los mejores rosados que hemos catado este año y, ya van unos cuantos....
Es grato que sea precisamente de Cigales, allí donde la tradición y maestría en la elaboración de claretes y rosados es más que una realidad y hoy más que nunca "a las pruebas me remito..."
Catado el 23 de junio de 2018
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