Nariz muy atractiva: frutos silvestres, mermelada de tomate, zarza y cerveza.
En boca recrea sensaciones dulces tras un paso suave y elegante, de hecho parece entéramente un zumo de frutas ya que no se percibe para nada en ninguna de sus fases sus 15 % de alcohol, algo, que realmente nos agrada y nos llama mucho la atención. Goloso y con cierto cuerpo, en e´l también su acidez pasa desapercibida estando perfectamente integrada y siendo la artífice del derroche de frescura que tiene este vino.
Devuelve notas anisadas y asilvestradas después de alargar su camino todo lo posible.
Sin duda alguna, uno de los mejores rosados que hemos tenido la suerte de catar este año. Este nos ha encantado y os lo recomendamos encarecidamente. Muy, muy rico
Catado el 3 de noviembre de 2019
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