Este amontillado procede de una bota que fue llenada por primera vez en 1960 y que se refresca cautelosamente y con poca frecuencia. El resultado es sin duda, impresionante. Si el Consejo Regulador etiquetara este amontillado, se convertiría en una joya en peligro de extinción. Hoy por hoy, las bodegas "El Gato" en Rota guardan sin duda alguna, un gran tesoro que he tenido la suerte de poder catar.
Color castaño, capa medio alta y muy glicérico en el cristal. Denso al movimiento y, aunque está limpio tiene aspecto de que no ha sufrido una filtración muy agresiva.
Nariz rica, golosa, expresiva y evocadora. Abundan en su aroma las notas dulces de cacao puro, frutos secos garrapiñados y guiños de fruta tropical; en un plano posterior se percibe tabaco rubio, licor de hierbas, cúrcuma y notas avainilladas.
En boca se crece aún más y se hace realmente grande a la vez que se percibe corpulento y graso. En su ataque no se presentan estridencias y el alcohol se integra armoniosamente. De su sabor resurgen los tostados y las notas de barniz junto con las de caramelo y las sensaciones punzantes propias de su tipología conviviendo con la dulzura del caramelo y los recuerdos de avellanas cordobesas y nuez.
Ascienden tras su paso, finísimas notas de tabaco y cierto punto balsámico. De recorrido infinito llama la atención su frescura. Realmente sublime.
Catado el 4 de noviembre de 2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario