Fruta blanca , notas de infusión, albaricoque y fondo de espino verde.
En boca es muy jugoso, rico y jovial; fresco a más no poder y con cierta densidad. En su sabor la fruta se acaramela y aporta sensaciones dulces sin dejar de aparecer una estructura cítrica propia de los vinos de esta zona de producción y que vertebra la cata en todas sus diferentes fases.
A copas pasadas los tonos de limón se enfatizan y ganan terreno. Al final de su trayecto retornan manzana de sidra, piel cítrica y heno todo en pinceladas colmadas de sutileza.
Nos ha gustado mucho de principio a fin, merece la pena conocerlo.
Catado el 23 de noviembre de 2019
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