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martes, 5 de noviembre de 2019

MONTICARA

Blanco muy pálido con destellos verdosos; brillante, limpio y con lágrima.
En nariz se presenta fragante con un centro muy frutal y rico. Toma protagonismo la fruta amarilla (ciruela, y pera limonera madura), orejones, atrás aparecen la goma de borrar, tonos herbáceos y arcillosos, limón y cierto punto floral.
A copas pasadas el vino cambia sutilmente su aroma cediéndole el protagonismo a los orejones y la goma de borrar.
De paso sedoso se abre con gran amplitud mientras derrocha sus bondades.
Untuoso, calmado, armonioso y fresco. Elegante, sutil y de paso prolongado y cariñoso. Se entrega con sabor frutoso, herbáceo y cítrico.
Retornan en él las notas de fruta de hueso en un entorno asilvestrado y piel de limón. A su vez, ascienden a la nariz esas notas vegetales y recuerdos de lantana terminando así un recorrido perfecto.
Todo un caramelo sin ser dulce. Elegante y majestuoso, todo un elixir.

Catado el 30 de octubre de 2019






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