De color blanco pajizo con destellos verdosos; brillante, limpio y no muy glicérico.
En nariz es fresco, expresivo y muy frutal. Con buena intensidad adelanta aromas de pera y lichis acompañado de notas de flores blancas y cierto punto tropical. Atrás queda cierto velo cítrico que aporta algo de carácter al conjunto.
En boca se percibe de paso ligero y rápido; poco untuoso pero con firmeza en las sensaciones que va creando. De sabor rico y muy jugoso. Con una acidez que se acentúa lévemente a la vez que toma cierto cariz de piel cítrica.
Devuelve fruta de hueso y heno con cierto aporte cítrico que ya se viene encontrando desde su aroma y que hace que se prolongue en la boca y que acentúe un levísimo punto de calidez que, lejos de restar, suma.
Un diez al aroma por su franqueza y por no haberse caído ni haber cambiado conforme el vino se ha atemperado. Incluso han aparecido notas de albaricoque y maracuyá al paso de las terceras copas.
Rico y sin mayores pretensiones. Nos ha gustado mucho y os lo recomendamos.
Catado el día 24 de noviembre de 2019
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