De inquietante color miel claro, oxidado y concentrado.
Imponente el grado de expresión que alcanza en nariz, mezclando los matices propios de la crianza biológica bajo velo con los propios de las posteriores fases de crianza donde el fino se oxida y roba los matices del caparazón de madera que lo cría quieto y callado.
En este fino se aúnan pues distintas formas de concebir un fino, muy singular como en la contraetiqueta lo califica el propio consejo regulador.
Por la parte biológica la levadura se presenta en forma de masa de pan, almendras crudas y notas de flores en infusión, la crianza oxidativa transfiere las sutiles notas amaderadas y los tonos licorosos. El suelo pone la tiza.
En boca se presenta sublime, elegante, suave y seco. De largo recorrido es al final de su camino donde alcanza su culmen abriendo su particular caja de Pandora.
Posgusto profundo y eterno de almendra amarga y notas amaderadas ; pura delicia que se deshace en la boca.
Imponente el grado de expresión que alcanza en nariz, mezclando los matices propios de la crianza biológica bajo velo con los propios de las posteriores fases de crianza donde el fino se oxida y roba los matices del caparazón de madera que lo cría quieto y callado.
En este fino se aúnan pues distintas formas de concebir un fino, muy singular como en la contraetiqueta lo califica el propio consejo regulador.
Por la parte biológica la levadura se presenta en forma de masa de pan, almendras crudas y notas de flores en infusión, la crianza oxidativa transfiere las sutiles notas amaderadas y los tonos licorosos. El suelo pone la tiza.
En boca se presenta sublime, elegante, suave y seco. De largo recorrido es al final de su camino donde alcanza su culmen abriendo su particular caja de Pandora.
Posgusto profundo y eterno de almendra amarga y notas amaderadas ; pura delicia que se deshace en la boca.
Imponente y conmovedor.
Catado el 8 de diciembre de 2017
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