De un rojo picota oscuro con ribetes castaños y lágrimas de caída lenta y firme, capa alta.
En un primer momento un punto lácteo te atrapa ya desde el principio.
En nariz predomina la fruta macerada ( fresa madura) y ciruela pasa, en un plano posterior aparecen humo, clavo, vainilla, cuero y notas salobres todo sobre un fondo de tierra húmeda.
Esa tierra mojada tan presente en su paleta aromática pone de manifiesto su arraigo a la tierra, su mineralidad.
Ya en boca se muestra muy expresivo, de buen sabor y con carácter, moviéndose en el límite del bien y el mal pero saliendo airoso y laureado.
La tanicidad aporta el carácter que le da personalidad haciendo su particular aporte un leve amargor que golpea sutilmente al final del recorrido reafirmando su presencia.
Su acidez aventura que el final de la botella se acelera, refresca y aligera sensaciones de un vino de 14'5%.
En el postgusto vuelven notas balsámicas, fruta y especias.
Con una anstringencia correcta la tanicidad recobra protagonismo en el recuerdo alargando la historia un par de capítulos más.
Destaco su mineralidad y su carácter.
Ideal para una buena mesa y una buena compañía.
En el posgusto más tarde que nunca termina apareciendo su halo de cereza poniendo la guinda a un pastel del que hemos disfrutado un montón.
Muy rico y más que recomendable.
En un primer momento un punto lácteo te atrapa ya desde el principio.
En nariz predomina la fruta macerada ( fresa madura) y ciruela pasa, en un plano posterior aparecen humo, clavo, vainilla, cuero y notas salobres todo sobre un fondo de tierra húmeda.
Esa tierra mojada tan presente en su paleta aromática pone de manifiesto su arraigo a la tierra, su mineralidad.
Ya en boca se muestra muy expresivo, de buen sabor y con carácter, moviéndose en el límite del bien y el mal pero saliendo airoso y laureado.
La tanicidad aporta el carácter que le da personalidad haciendo su particular aporte un leve amargor que golpea sutilmente al final del recorrido reafirmando su presencia.
Su acidez aventura que el final de la botella se acelera, refresca y aligera sensaciones de un vino de 14'5%.
En el postgusto vuelven notas balsámicas, fruta y especias.
Con una anstringencia correcta la tanicidad recobra protagonismo en el recuerdo alargando la historia un par de capítulos más.
Destaco su mineralidad y su carácter.
Ideal para una buena mesa y una buena compañía.
En el posgusto más tarde que nunca termina apareciendo su halo de cereza poniendo la guinda a un pastel del que hemos disfrutado un montón.
Muy rico y más que recomendable.
Catado el 22 de diciembre de 2017
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