En nariz se presenta complejo y original; necesita abrirse y en un principio hay aromas de reducción y de depósito que ocultan a los demás. Tras de estos surgen tímidas notas de albaricoque y confitura de ciruelas junto a cierto recuerdo a hongos. aunque el vino se va abriendo poco a poco no deja en ningún momento de aparecer esas notas de encierro con lo que, a pesar de ser un rosado le vendría de lujo poder abrir la botella un buen rato antes de servirla.
Ya en boca presenta buen ataque tras un paso suave y amable.
Impacta en el centro de la boca con amplitud, muchas sapidez y limpiando la boca entre bocado y bocado. en su sabor encontramos recuerdos de fruta de hueso y licor.
Ascienden recuerdos de hierbas aromáticas hasta la retronasal.
Nos ha sorprendido mucho y en una cata a ciegas nos hubiera hecho dudar mucho.
Pero nos ha parecido muy interesante y más siendo un 2016. No es el típico rosado primaveral de golosinas y trago rápido. Este de hoy pedía mantel y mesa. Volveremos a buscarlo.
Catado el 26 de abril de 2020
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