Nos asomamos a este tinto de Empordá de un rojo picota muy oscuro, de color intenso, capa alta y ribetes castaños.
Nariz donde a un primer momento de fruta roja madura, moras, cacao y leves notas avainilladas da paso a un fondo mineral que adelanta en primer plano notas de cedro, tinta, pólvora y tenues notas herbáceas.
Posee una buena acidez soportando intensidad y aliviando el paso, echamos de menos más frescura.
En boca recuerda tanto en su tacto como en su expresividad a un tinto de Toro si bien la mineralidad que aflora tanto en nariz como en su sabor le confieren carácter y personalidad propia.
Potente y bien estructurado, regala notas licorosas y recuerdos minerales en su postgusto unido a cierta astringencia y un punto amargo enmascarado. En nariz resurgen notas balsámicas y de resina.
Rico pero no seduce.
Catado el 18 de noviembre de 2018
Nariz donde a un primer momento de fruta roja madura, moras, cacao y leves notas avainilladas da paso a un fondo mineral que adelanta en primer plano notas de cedro, tinta, pólvora y tenues notas herbáceas.
Posee una buena acidez soportando intensidad y aliviando el paso, echamos de menos más frescura.
En boca recuerda tanto en su tacto como en su expresividad a un tinto de Toro si bien la mineralidad que aflora tanto en nariz como en su sabor le confieren carácter y personalidad propia.
Potente y bien estructurado, regala notas licorosas y recuerdos minerales en su postgusto unido a cierta astringencia y un punto amargo enmascarado. En nariz resurgen notas balsámicas y de resina.
Rico pero no seduce.
Catado el 18 de noviembre de 2018
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