De color amarillo pajizo con destellos verdosos, con apariencia juvenil y glicérico en el cristal. Limpio y brillante.
En nariz se percibe fragante, frágil, sutil, franco y muy atractivo.
Presenta en su aroma un centro de moscatel de Alejandría decorado con pinceladas de fruta de hueso, notas perfumadas de tocador y talco, y un fondo de tostado de galletas.
De paso sedoso y calmado, en boca se vuelve aun más cautivador y seductor; amplio, jugoso, con más cuerpo del que te esperas por la sutileza de sus aromas, frutoso con recuerdos de albaricoque en su sabor junto a un finísimo encaje cítrico. Realmente pura delicia.
Un vino con mucha frescura y un largo recorrido del que retornan notas tropicales y recuerdos de primavera en flor.
Cada año más y mejor, muy muy rico y más que recomendable este vinazo del Puerto de Santa María. Ideal para los días primaverales que empiezan a desfilar.
Catado el 9 de abril de 2021
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