Su aroma es punzante y muy complejo. Con mucha intensidad y expresión de matices, entorno a un centro avainillado rico en tostados, se adhieren notas de pimienta blanca, clavo, cal de casa vieja, cacao, caramelo, nuez, coco y barniz.
Posiblemente en cada copa habremos encontrado cosas nuevas, es super entretenido y uno de esos vinos que te bebes ya por la nariz... impresionante la variedad que hay en su paleta aromática.
De paso acaramelado, reposado y sutil, en boca se deshace como la miel en cuanto se atempera al contacto con la lengua creciéndose y volviéndose cada vez más amplio e imponente.
Llama la atención su "peligrosa frescura". De sabor muy rico y de sensación abocado. Su potencia repunta al final de su trayecto colocando una guinda de calidez realmente deliciosa a la vez que se abre paso al retorno de recuerdos a jara, almendras tostadas, nueces y cierto punto casi salobre de naranja amarga.
Rico riquísimo, todo una joyita.
Catado el 22 de diciembre de 2019
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