Guímaro se presenta como un tinto de aspecto joven con presencia de tonos violáceos en el ribete y tornándose a castaño en el centro. Por su edad mantiene brillo y vitalidad en sus colores, capa media y glicérico.
Presenta una nariz golosa y muy expresiva, con cierta evolución en el transcurso de las copas. Nos topamos con un frente de notas frutales con recuerdos de moras, ciruelas pasas, albaricoque y tonos de regaliz. Más atrás se percibe un tono herbáceo y recuerdos sutiles a monte mojado, hinojo y laurel.
A copas pasadas aparecen matices más complejos como cajita de habanos o toffe algo realmente curioso pues el vino no conoce madera.
Con un 85% de mencía y el resto de variedades autóctonas presenta cierta complejidad aromática que lo hace realmente interesante.
En boca se muestra sedoso al paso, algo graso y muy amplio, jugoso y fresco.
Apenas muestra tanicidad ni astringencia, con muy buen sabor de boca en el que se reafirman las percepciones olfativas dejando buenas y ricas sensaciones que se prolongan muy gustosamente.
Un tinto muy rico con una R.C.P. realmente buena.
Catado el 26 de abril de 2022
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