La segunda bodega que hemos visitado ha sido Ponte da Boga en Texeira, una bodega que nació con la vocación de ser pionera en la zona en producción de vinos con uvas de sus propios viñedos y que tiene su presencia en la Ribeira Sacra desde 1898.
Tras explicarnos la historia de la bodega procedemos a catar algunos de sus vinos.
De entre ellos nos llama la atención su monovarietal de godello , sobretodo por las sensaciones que recrea en boca, amplitud, untuosidad, músculo y buen sabor en su ataque y largo recorrido.
En cuanto a los tintos, estos han llamado mucho nuestra atención. Sus
aromas nos han conquistado con una presencia frutal muy golosa, complejidad y frescura.
Destacamos y recomendamos dos:
Bancales Olvidados, suma de mencía procedente tanto de viñedos recuperados a orillas del Sil y del Miño con cierto paso por barrica y,
Porto de Lobos, un monovarietal de Brancellao perteneciente a un viñedo en mitad de las escarpadas laderas del Sil.
Visita realizada el 8 de julio de 2021
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