Fruta blanca, con fondo floral y cítrico, goma de borrar Milán 403 ( poco franco y desdibujado).
En boca no tiene mal sabor pero la fruta desaparece tras una acidez de piel de cítrico que parece que en vez de potenciar o complementar, enmascara los posibles descosidos pues, a la tercera copa o antes incluso, el vino se viene a menos como sucede tristemente a una gran mayoría de blancos de esta D.O. y quizá deberían replantearse el primar la calidad a la cantidad antes de perder el apoyo del público de copeo fácil.
Postgusto rico aunque es un vino efímero y su estructura se sostiene demasiado en su acidez para salir airoso.
Ahí quedó eso....
Catado el 1 de febrero de 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario