Sin duda alguna y cada vez más, el potencial de la garnacha en Aragón es impresionante. Este de hoy procede de El Campo de Borja y es todo un vinazo.
Su color presenta un centro de tono castaño rojizo intenso con ribetes rubí, capa alta y densidad en el movimiento. Sus lágrimas densas y finas forman literalmente un enrejado entorno a las paredes de cristal de la copa.
Presenta una nariz envolvente, muy expresiva y con buena intensidad. Resaltan en un frente más próximo recuerdos de moras silvestres, tomates secos y guiños de ciruela pasificada. Más atrás aparecen notas ahumadas y salobres impregnándolo todo, madera de tuya y pimienta de Jamaica y café dejando en último plano cierto halo balsámico levemente mentolado.
En boca presenta un tacto muy suave y carnoso, amplio y muy graso, con cuerpo pero integrando el alcohol perfectamente. Se percibe muy suculento y sabroso, como casi todas las garnachas de esta zona. Muestra mucha frescura y se bebe fácilmente. En su ataque se antoja muy jugoso y estimula la salivación a la vez que marca cierta astringencia y deja una leve rugosidad tánica.
Su sabor recuerda a esas moras silvestres con esos mismos tonos mentolados y especiados que encontrábamos en nariz, también vuelven los tomates deshidratados y su acidez característica.
Tras un buen recorrido retornan amablemente, recuerdos frutales con final balsámico que asciende hasta la retronasal.
Todo un vinazo con una excelente relación calidad- precio y más que recomendable.
Catado el 5 de abril de 2022
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