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domingo, 12 de febrero de 2017

DO FERREIRO 2015

Cuando un albariño es bueno el tiempo lo redondea, sus aromas evolucionan, se vuelven untuosos y más amables. En boca, su acidez se perfila y se vuelven todo un espectáculo sensorial.
Éste es otro al que le venimos siguiendo la pista y no es para menos.
La nariz se ha colmado de complejidad, suavizando cualquier arista de acidez que pudiera quedar, hasta la fruta parece haber madurado ofreciendo una suculenta compota de fruta blanca adornada de motivos florales y armonioso fondo cítrico.
En boca se expresa con más cuerpo de lo habitual, untuoso y muy rico, presentando mucha fruta jugosa y una acidez bien domada que compacta el conjunto.
El posgusto es delicado y se prolonga mientras miras la botella para calcular cuántas copas de placer te quedan aún y das las gracias al universo por la existencia de algo tan sublime.


Catado el 12 de febrero de 2017




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