Fruta blanca con fondo floral y cítrico; goma Milán 403 (deformación profesional). Algo plano.
En boca no tiene mal sabor aunque parece que la acidez de piel cítrica enmascara sus descosidos pues, antes de la tercera copa el vino se ha venido a menos como, tristemente sucede a la mayoría de los blancos de esta D.O.
Postgusto rico aunque es de trago efímero y todo dura poco en él salvo lo que sostiene a golpe de esa acidez vegetal que, sin molestar enmascara y tapa agujeros.
Personalmente pienso que están jugando con fuego, en España cada vez el público va tomando más conciencia de lo que se bebe. Puede terminar rompiéndose su gallina de los huevos de oro.
Sin pena ni gloria.
Catado el 2 de febrero de 2018
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