En nariz hay fruta roja muy madura con destellos anisados, regaliz, mina de grafito y un entorno lácteo que bien podría recordar a un yogur de frutos del bosque o a una cajita de vaselina para los labios. Al fondo se percibe cierta acidez propia de la caliza cuando se moja.
En boca es de entrada elegante, con buen ataque y amplitud. Los taninos reclaman su parte y dulcifican sus sensaciones. La fruta se entremezcla con acentuadas notas de tinta y cedro dejando que asciendan a la nariz tras su posgusto notas balsámicas y de monte.
Muy rico este riberita
Catado el 17 de abril de 2020
Catado el 17 de abril de 2020
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