Picota muy oscuro de ribetes castaños, formando lágrima abundante.
Atesora su nariz gran complejidad aromática con buena intensidad y equilibrio.
Encontramos un primer plano de fruta negra, fresones muy maduros y ácidos, humo, vainilla, notas balsámicas y regaliz.
Ya en boca presenta buen tacto, marcado y con amplitud. Se aleja de la robustez propia de los vinos de Toro de antaño pero sin perder la firma del terruño.
Prevalecen en su sabor los recuerdos de esos frutos del bosque y la fruta muy madura en un medio de regaliz y especias que quedan suspendidos en un posgusto prolongado.
Taninos pulidos y astringencia levemente matizada con una buena acidez equilibrada que aligera su cuerpo.
En el recuerdo vuelven notas balsámicas y un leve golpe vegetal que araña levemente el equilibrio a la vez que le imprime carácter al conjunto.
Muy rico.
Atesora su nariz gran complejidad aromática con buena intensidad y equilibrio.
Encontramos un primer plano de fruta negra, fresones muy maduros y ácidos, humo, vainilla, notas balsámicas y regaliz.
Ya en boca presenta buen tacto, marcado y con amplitud. Se aleja de la robustez propia de los vinos de Toro de antaño pero sin perder la firma del terruño.
Prevalecen en su sabor los recuerdos de esos frutos del bosque y la fruta muy madura en un medio de regaliz y especias que quedan suspendidos en un posgusto prolongado.
Taninos pulidos y astringencia levemente matizada con una buena acidez equilibrada que aligera su cuerpo.
En el recuerdo vuelven notas balsámicas y un leve golpe vegetal que araña levemente el equilibrio a la vez que le imprime carácter al conjunto.
Muy rico.
Catado el 10 de febrero de 2019
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