El interior de la copa se lo disputan la fruta madura, la ciruela pasa y un fondo de sotobosque y tostados.
En su evolución, pues la tiene, surgen la vainilla y el tabaco rubio.
Ya en boca se muestra musculoso y con porte señorial, sedoso al tacto y de tanino marcado.
En el posgusto devuelve cereza, hinojo y licor.
Una alegría para el cuerpo y una buena forma de celebrar el fin de semana.
Catado el 28 de abril de 2017
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