Ahí va este Rioja, aunque soy poco fan de esta D.O. reconozco que a veces encuentro alguno que rompe un poco el molde al que parecen estar sometidos todos sus vinos.
Con una capa alta y un rojo picota con ribetes púrpura, es de apariencia impecable y lágrima abundante.
En nariz muestra una paleta de aromas bastante compleja en la que resalta la grosella negra, la vainilla y cierto punto balsámico sobre fondo especiado; notas lácteas y azúcar tostado.
En boca la fruta está muy presente y al tacto, se muestra sedoso y decorado con la sutilidad que le aporta un tanino propio de un buen vino, integrado perfectamente en el conjunto.
Al paso en boca le siguen rápidamente notas balsámicas y cereza.
Llama la atención la longitud del corcho, posiblemente le quede aún bastante vida, estaría bien catarlo en un par de años aunque, sin duda está en un momento óptimo para su consumo.
Catado el 6/10/2016
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