Rico en aromas herbáceos refinados y sutiles alrededor de notas compotadas de membrillo, lichis, limón y albaricoque completando su trama aromática con un fondo mantecoso y lácteo en el que se asoman a copa parada recuerdos de turrón en notas almendradas.
De aroma muy complejo y expresivo encontramos en boca una correspondencia cualitativa en su sabor y en las sensaciones que deja su paso.
Amplio y jugoso, muy fresco y algo untuoso, con cuerpo medio. En su sabor la fruta de hueso reclama el centro y se deja querer con una acidez de piel de cítrico. Presenta cierto deje amargo que bien puede recordar a la sensación que produce el zumo de pomelo aunque en mucha menos intensidad.
Se prolonga amablemente con buena persistencia en boca, retornando un manto herbáceo y cierto velo de amargor rico y peculiar junto a su centro afrutado.
Nos ha gustado mucho, ese amargor leve y cítrico lo dotan de personalidad propia; está muy rico y es bastante original.
Cuando el vino que tratas de describir es bueno él mismo te inspira las palabras adecuadas.
Catado el 13 de julio de 2019
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