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martes, 16 de julio de 2019

ZANCÚO - Roble español 2015

Cada vez me gustan más estas botellas que tienen tan bajísima producción que sientes en cada copa una suerte infinita por ser uno de los elegidos para disfrutar de sus bondades.
Esta de hoy viene de la Sierra Norte de Sevilla donde posiblemente pasé  los mejores momentos de mi infancia con mi familia, llenando a cada momento mis pulmones del aire puro de esa bendita sierra, impregnando mi memoria olfativa de los aromas silvestres que convivían en las riveras del Huéznar.
Este Zancúo es de un rojo picota oscuro con ribetes castaño casi teja por su edad; de lágrimas densas con caída muy lenta, casi reflexiva. Denota peso en la copa cuando se agita, te predispone a algo respetable.
En nariz es complejo, muy expresivo, con buena intensidad aromática y, sin duda alguna evocador.
Nos encontramos con un centro de fruta negra madura decorada de un medio especiado de pimienta blanca y nuez moscada, al fondo te atrapa un sutil cuerpo de bombones de licor y finos tostados junto a todos esos aromas de sierra que me han traído tan gratos recuerdos, y cal de la que tanto uso hacían nuestras abuelas para blanquear sus casas.
Su paso en boca está completamente acorde con lo anterior, sutil, refinado, casi sedoso por unos taninos que se hacen presente lo justo para reclamar tu atención. A la vez entrega todo lo mejor que puede haber en un vino: buen sabor, mucha frescura y una acidez tenida por esos recuerdos a tomillo, jara, zarzas, ... con su centro jugoso y muy rico devolviendo recuerdos de guindas en licor, y tinta.
Muy buena persistencia en boca, alargando su recorrido algo más de lo habitual por una acidez bien pronunciada, marcando una leve astringencia que le aporta carácter y personalidad. 
Sin duda alguna un vinazo. ¡¡¡Viva el roble español¡¡¡

Catado el 14 de julio de 2019






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