Qué nos perdone Ramón Bilbao pero no nos ha gustao...
Aunque en esto de la cata hay mucho de sugestión, discrepamos casi en todo.
No es muy aromático y quitando algo de grosella roja ( la más fuerte), fresa madura y un fondo algo especiado, lo demás es desdibujado y nada llamativo aunque, huele bien.
En boca no es sedoso, la palabra que lo describe, ni aterciopelado que es lo que dice la contraetiqueta. Se abre en todo el ancho de la boca y después se queda en la parte posterior de la lengua en forma de calidez y amargor. Nos lo han dado para probarlo pero lo hemos situado en la franja de no más de 6 euros. Ni idea.
No todas las notas de cata que aparecen a veces en las etiquetas son reales y hay mucho de sugestión. En eso hay bodegas que lo hacen muy bien hasta el punto que, a los que nos gusta perdernos en los entresijos del aroma y el gusto, nos quitan toda la diversión porque, lo hacen realmente bien.
Pongo como ejemplo a la bodega de Habla del Silencio, sus notas de cata son geniales. Sus vinos como mínimo huelen a lo que pone en la cápsula. Aunque, con lo que cambia el clima, ¿es normal que un mismo vino de las mismas notas aromáticas en añadas distintas?
Supongo que la juventud y la variedad tendrá mucho que ver.
Catado el 23 de junio de 2015
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