vinos de hielo de Alsacia, increibles, dulces, muy ligeros y afrutados
El de la izquierda me flipó, lo uso el chef Ricardo Costa para maridar un pato glaseado, está hecho con la variedad bastardo en Setubal, en la bodega de Horacio Simoes
Lo último de Gramona, un espumoso superpijo, estaba tan bueno que volvimos más tarde a repetir "la cata"
Un oloroso de cien años, una joya de vinoble, increible
Una sidra de hielo asturiana, una mezcla entre la sidra normal, un flash de cocacola y un cream, una paranoia pero muy rico
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