Un tinto del Monsant, huele a grosella negra, algo de regaliz y un puntito mineral, este vino donde te engancha es en boca, un paso muy ligero y sedoso pero con un sabor realmente bueno y muy fresco. Una retronasal muy balsámica con recuerdos a hinojo, una pasada.
Este mismo vino se hace también por la misma bodega y de la misma forma en el Priorato, nos resultó muy curioso poder compararlos a los dos porque siendo la misma uva y el mismo todo, eran muy diferentes.
Os animo, si tenéis ocasión, a comparar los dos, es increíble cómo puede cambiar un vino en tan pocos metros de diferencia.
Catado el 7 de junio de 2013
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