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martes, 28 de julio de 2020

AURORA


Sólo a la vista ya, Aurora te atrapa desde el puro enigma, su color de oro viejo denota que estás ante un vino que ha reposado tranquilamente durante años en algún rincón oscuro, sin duda, un lugar favorito  del capataz de su bodega a juzgar por el resultado. Se ha criado con mimo al margen de ruidos e inclemencias.
Se percibe densidad al movimiento y untuosidad en el cristal a juzgar por sus lágrimas lentas y torpes.
Acercando un poco la nariz al borde de la copa se perfila extremadamente complejo y atractivo. Empieza un desfile de aromas evocadores y casi hipnóticos. Complejo y con buena intensidad encontramos, tras un primer frente de hierbas silvestres, flores de infusión y masa de pan, ricos recuerdos de postres de yema de huevo, cúrcuma, nueces de macadamia, sutiles notas cítricas y mar.
En boca es realmente sublime, de paso reposado, acaramelado, seco, vertical y salino.
Se percibe a la vez que frágil, ligera y muy fresca.
En su sabor se recrean notas de infusiones recuerdos de postres y frutos secos, siendo estos últimos los protagonistas al final de su recorrido junto a un encaje salino delicioso que se alarga hasta el infinito. Retornan notas de cereales, avellanas tostadas y finas pinceladas agrias de levadura de masa madre.

Brutal.
Catado el 28 de julio de 2020

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