Color intenso, amarillo dorado, muy glicérico y denso al movimiento.
Su aroma es realmente delicioso, complejo, intenso y goloso.
En él encontramos un frente de fruta de hueso con destellos anisados y un fondo que bien recuerda a un guiso de castañas pilongas o a la crema de cacao blanca de los botes de Nocilla dejando de telón de fondo finos matices de flores silvestres y limón.
"Dan ganas de bebértelo por la nariz"
En boca es de paso acaramelado, con cuerpo casi masticable, con un centro jugoso y frutal donde la acidez se equilibra a la perfección con el resto, contrarrestando así las sensaciones de pesadez que pudieran derivarse de su corpulencia. Retornan la fruta en un entorno silvestre.
Con la graduación que tiene es casi inevitable que al final de su trayecto asome la cabeza el alcohol, lo recordábamos más integrado en añadas anteriores.
Muy rico, merece seguirle la pista, requiere buena mesa.
Catado el 4 de julio de 2020
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