Ideal para una comida familiar, destaca en nariz su aroma a tierra mojada y frutos ácidos que no cítricos. Un posgusto que recuerda a una cereza envuelta en notas balsámicas. Un vino que, siendo de Toro, no ha perdido su esencia y se ha hecho amable y sutil, con un tanino marcado pero muy agradable.Muy rico y, en familia aún mejor.
Catado el 20 de febrero de 2015
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