Blanco fermentado en barrica, un lujazo al alcance de cualquiera, como la gran mayoría de los vinos que se producen en España.
Éste es de esos que evoluciona poco a poco y va liberando matices haciéndolo bastante interesante.
En un principio el aroma es intenso y muy agradable, se pueden distinguir notas frutales algo maduras (piña y manzana), lichi, lima y algo de mantequilla.
En boca es vivaz, de densidad generosa y con una marcada acidez que te hace la boca agua.
En la evolución de los aromas se pierden las notas frutales y van quedando las notas de levadura y las aportaciones de la madera, aromas algo menos expresivos y envolventes sin dejar por ello de ser interesantes.
En boca en cambio, se tranquiliza perdiendo acidez y astringencia volviéndose sutil, sedoso y amable.
Catado el 11 de junio de 2016
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