Éste de hoy no es menos.
En nariz hay mucha fruta madura destacando la cereza que sobresale dejando de fondo las especias (tomillo), el tabaco y los tostados, posiblemente aportes de la barrica.
La madera está muy presente en este vino marcando su personalidad de principio a fin. En boca se marcan los taninos a la vez que las especias y algunas notas anisadas que le aportan cierta frescura a pesar de tener algo de calidez.
En el posgusto retorna la cereza de la antesala y se vuelve especiado y balsámico dejando buen sabor con cierta persistencia.
En algunas ocasiones hemos encontrado en estos vinos navarros recuerdos a endrinas en aguardiente aunque hoy no es el caso.
Catado el 27 de noviembre de 2016
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