PAGO LA PAVINA 2017

 De bonito color castaño con ribetes granate, capa medio- alta, lágrimas muy bonitas y compactas.
En su aroma encontramos un centro de ciruelas pasas, moras y fresones. Notas de madera de cedro componen su telón de fondo. Todo armonizado en un aroma que se antoja expresivo, joven y con buena intensidad.
De paso sedoso , amplio, con cuerpo graso y de tacto graso; encontramos en su sabor notas licorosas y recuerdos de guinda y fruta roja. Rico y vivo, se percibe mucha juventud en él y, a pesar de sus 14,5% no resulta alcohólico ni muestra calidez tras su paso. Con la tanicidad reclamando tu atención, aparece cierto punto de amargor al final de su recorrido.
Retornan recuerdos de cereza y cierto entorno especiado y balsámico.
Nos ha sorprendido gratamente su R.C.P. encontrándolo muy rico y digno de un buen mantel. Por su graduación soportaría bien platos muy especiados y picantes.

Catado el 19 de febrero de 2020

LA BICICLETA VOLADORA 2018

De aspecto atractivo, color rojo granate, capa baja, brillante, limpio y glicérico.
Su apariencia de juventud también se plasma en su aroma fresco, rico, con buena intensidad y la fruta tomando todo el protagonismo.
Encontramos en un primer plano recuerdos de golosinas (chupachups Koyak), fresones, moras.... 

Más atrás aparecen notas lácteas, galletas María, regaliz, violetas y fondo mineral de caliza.
En boca es suave y acaramelado, muy buena acidez y bien estructurado, de muy buen sabor donde se percibe su carga frutal y mucho jugo.
Sin apenas tanicidad y sensaciones dulces, prolonga su sabor mientras retornan notas de fresones maduros y hierbas silvestres.
Rico, joven, fresco y muy versátil.

Catado el 16 de febrero de 2020

VARA Y PULGAR 2015

Color castaño oscuro con ribetes de rojo óxido, capa alta y lágrima compacta.

tras notas de reducción va surgiendo poco a poco un centro de aceituna negra, grosella, barrica de salazón, notas ahumadas, hongos y restos de su paso por depósito.

De paso muy suave, untuoso y provocando una gran salivación debido a su acidez. Su sabor no guarda apenas relación con su aroma sorprendiéndote muy gratamente un entorno de sensaciones dulces donde surgen recuerdos de moras en un medio balsámico y nutrido de matices especiados que retornan tras su paso.

Catado el 13 de febrero de 2020

IBARGÜEN- Rosado 2018

Bonito color de zumo de sandía con destellos violáceos, buen aspecto si bien hay presencia de partículas en suspensión .
Nariz algo evolucionada donde la fruta ha perdido algo de intensidad y, aunque no se perciben notas de reducción si se percibe en él el  paso el tiempo.
Su centro lo ocupan aromas de confitura de ciruelas, notas anaranjadas y cierto punto herbáceo, todo sin mucha intensidad y en bastante armonía.
Amplio, jugoso y de sabor envolvente. De acidez cítrica contenida, retornan tras un leve golpe de amargor, notas vegetales que se alargan de copa en copa.
Rico y fresco, todavía a pesar de su evolución puede seguir aportando matices interesantes para maridarlo.

Catado el 2 de febrero de 2020

ANTÍDOTO 2018

Color picota oscura con ribetes violáceos, lágrima abundante, lenta , fina y compacta.
Nariz golosa, algo punzante de intensidad, muy expresivo. Encontramos en un primer plano fruta roja madura y notas lácteas que bien recuerdan a un yogur de frutos del bosque; más atrás aparecen notas de regaliz, cedro, tinta, toffe y perdidas notas anisadas y minerales.
Sabor intenso tras un paso altivo, cuerpo medio y graso.
Retornan con intensidad notas balsámicas y taninos finos. Mucha frescura e intensidad, juventud en armonía de principio a fin.

Catado el 11 de febrero de 2020

CARABALLAS CHARDONNAY LÍAS 2015

Una vez más nos dejamos conquistar por esta bodega en la que no se escatima a la hora de deleitar a sus seguidores como es el caso.
Si pudiéramos medir de alguna forma el mimo y cuidado que duerme en cada una de sus botellas no tendríamos suficiente con un diez.
Hoy catamos su nuevo Chardonnay sobre lías. Como ya acostumbran estos vinos la percepción de matices, los recuerdos y los estímulos que emanan de él se multiplican en tu mente y, literalmente te vuelven loco.
Desde que sirves la primera copa empieza a llamar tu atención. Su color anaranjado, oro viejo de ribetes ocres, te inquieta mientras destellos dorados desvían tu atención hacia la contraetiqueta buscando alguna posible respuesta a ese misterioso color y es en ella donde encuentras dos posibles soluciones: los quince meses que ha pasado en contacto con sus lías y el hecho de que sea un vino 100% ecológico.
Muy denso a la vista, untuoso en las paredes de cristal, limpio y brillante.
Con poco que lo acercas a la nariz vas tomando conciencia de la complejidad que atesora; así pues encontramos una nariz cremosa y muy expresiva, golosa y dulce. Aparecen en un primer plano notas de melaza, carne de membrillo, manzana asada y notas de naranja amarga, albaricoque, levadura , flores marchitas e incluso licor de bellota en un plano posterior. Impresionante la variedad de matices que van emergiendo cada vez que agitamos y aireamos el vino.
En boca no es menor el interés que despierta en nosotros; lo primero que descubrimos es su rotunda sequedad que, casi nos lleva a un fino jerezano. De paso largo y sedoso, regala con cuerpo su sabor de fruta de hueso y manzana compotada, mientras una acidez que se pasea de puntillas aligera las sensaciones producidas por tal aluvión de matices a la vez que aporta frescura y atractivo.
A trago pasado y casi desde el infinito retornan notas mantecosas acompasadas de hierbas aromáticas y desplegando sutilmente los más diversos matices; desfilan ahora notas tropicales, manzana asada, flores silvestres de infusión e incluso algún recuerdo de la fermentación en forma de pegamento.
Parece que en vez de catar un vino, hemos viajado por él a través de los sentidos. En él hemos encontrado sequedad y madurez donde esperábamos dulzura y jovialidad, frescura y sutileza en un cuerpo que se antojaba untuoso y denso y, sobretodo gran abundancia de pequeños matices que sin duda, lo hacen muy grande y lo convierten en puro placer.

Catado el 17 de octubre de 2018

ÀN/2 2017

Un vino de Mallorca, lo conocemos ya de antes y cada vez que lo catamos nos gusta más y nunca nos defrauda.

De color castaño claro, capa medio- baja y algo apagado.

En nariz está muy rico, atractivo y fragante. Destaca la fruta sobretodo, moras, fresones maduros, notas de golosinas, regaliz, cacao, cedro y arcilla al fondo.

En boca es muy elegante y altivo, de rico sabor en el que reaparece la fruta y el regaliz con un cuerpo algo delgado y, muy fresco.

Tras su paso devuelve notas de regaliz y cierto punto balsámico.

Un vinazo que puede ganarse a cualquier paladar. Más que recomendable.

Catado el 9 de febrero de 2020

KEFREN 2014 Reserva

De enigmático color , Kefrén desarrolla una gama cromática desde un centro castaño oscuro hasta un granate algo desvaído por el paso del tiempo. Lágrimas bien formadas, compactas, largas y cristalinas.  Capa media alta y sensación de peso al movimiento. Dejando sedimentos en la botella por lo que se recomienda decantar.
En nariz se presenta realmente complejo y altivo. Con la intensidad contenida, refinado y abundante en matices armoniosamente entrelazados. Despliega un primer frente de notas de fruta negra: grosella y ciruelas pasas. Decorando este centro, un velo muy mineral atesora finísimos matices de cenizas de tabaco, humo, fósforo y mina de grafito. Algo más atrás y en distintos momentos otras pinceladas van y vienen de una copa a otra y así, han debutado delante de nuestras narices recuerdos terrosos, toffe, pimienta, espino blanco, tomillo, regaliz y vaina de vainilla... Todo esto tras su decantación la cual en mi humilde opinión, sólo es oportuna por lo de evitar que los sedimentos caigan en las copas al ser servido pues, con tal complejidad aromática airear un vino así es como empezar una buena película saltándote el principio.
De tacto suave y delicado en boca, propio de una tanicidad bien pulida y algo marcada posiblemente por la edad de las cepas crea sensaciones abocadas que suavizan aún más su camino. Cuerpo medio y buena amplitud.
Presenta un buen balance de astringencia y acidez lo que favorece su excepcional frescura que, sin duda tiene a pesar de su edad.
En su sabor se percibe jugoso y rico, mostrando una cara muy amable de la fruta que aún se manifiesta en él  entre notas de regaliz, tinta, cacao y cierto fondo terroso, en tanto que ascienden hasta la retronasal notas especiadas y espino blanco.

Pura elegancia en boca, refinado en aromas y de complejidad faraónica. Rico riquísimo.

Catado el 1 de febrero de 2020

SAMEIRÁS 2017

Amarillo pajizo con tímidos destellos dorados y lágrimas compactas y brillantes.
En nariz se descubren notas frutales de albaricoque y limón, talco, heno, cierto velo de caramelo tostado algo escondido y todo en un entorno de forraje  propio de las lindes de un arroyuelo en primavera.
De paso sutil y acaramelado, entrega un sabor muy frutal enfatizado por una acidez cítrica bien medida y reforzada por un rico y fino amargor y cierto fondo mineral.
Paso rápido del que retornan tonos herbáceos tras un camino efímero que no desapercibido.

Catado el 1 de febrero de 2020