En boca es de entrada suave y amplia, tocando cada papila gustativa como si fueran campanas, untuoso y amable con elegantes matices salinos propio de los vinos de Sanlúcar.
El posgusto se prolonga gratamente dando la cara recuerdos de maderas tostadas, licor y avellana.
Pura poesía en una copa de vino.
Catado el 22 de enero de 2017


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