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viernes, 24 de noviembre de 2017

GRAN BARQUERO - Fino

De color pálido y muy brillante, se mueve ligero en la copa, grácil y con nervio.
No tiene más lágrima que las tuyas propias una vez que lo pruebas.
Nariz de masa de pan, almendras crudas y alguna nota de eno e infusiones.
En boca se intensifica su sabor acompañándolo de cierta anstringencia. No parece seco comparado con un fino jerezano, anda más cerca de un Fino Valeroso del Puerto de Santa María o de un Fino Arroyuelo chiclanero pero lazos invisibles sin más sentidos que la propia crianza, lo unen a uno y a otro, cuestión de alquimia parece.
Su posgusto es largo y persistente, renace la almendra cruda algo desdibujada con algún punto de pan tostado probablemente procedente de su celda de duelas.
Imponente, muy muy rico.
Es el fino que me pone mi padre cada vez que estoy con él. Sobran las palabras.

Catado el 24 de noviembre de 2017

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