DAVILA 2013

Encontrar toques salinos en un vino es una ventaja con la que cuentan los vinos de Sanlúcar y los vinos de las Rías Bajas, no sólo los monovarietales de albariño sino, también aquellos que mezclan variedades distintas. En este de hoy estaban muy presentes.
El hecho de que no sea del 2014 favorece al gusto y hace de él un vino más glicérico y untuoso en boca. La nariz evoluciona rápidamente pero no pierde complejidad. El posgusto persiste y pide más.
Vamos... Que está muy bueno. 

Catado el 8 de mayo de 2015