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sábado, 17 de diciembre de 2016

PAGO EL ESPINO 2014

Sin duda alguna los andaluces debemos estar más que orgullosos de nuestros vinos, en cualquier punto de nuestra geografía se hacen vinazos que bien podrían reventar los baremos de Parker o Peñín. Éste de hoy procede del Cortijo Los Aguilares, una bodega de Ronda cuyos vinos han llamando nuestra atención desde hace un tiempo.
Lo primero que resalta de este vino es la oscuridad de su color (rojo picota con ribetes granates) y el brillo. Ya el sonido que produce cayendo en la copa delata el cuerpo y la densidad que tiene.
Al asomar la nariz a un palmo de la copa cierta acidez con finas expresiones minerales ya te atrapan desde el principio y te obligan a buscar en su interior los misterios que atesora más allá de este umbral. En torno a un centro especiado (laurel, tomillo,...), discurren la vainilla, tabaco, grafito y tinta. El aporte de la barrica casi ha borrado la presencia de la fruta madura en este crisol de aromas.
En boca se presenta con mucho carácter, muy amplio y casi arrogante, denso, con notas frutales y especiadas al final del recorrido que recuerdan a una dehesa.  Destacando en él su acidez y un tanino pronunciado que le confieren aún más atractivo y singularidad.
Algo me hace pensar que va a evolucionar muy positivamente en botella por lo que volveré a catarlo dentro de un tiempo. Muy rico.

Catado el 17 de diciembre de 2016






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